La ética del deseo, de la posibilidad y de la libertad transforma el principio cartesiano "pienso luego existo" por el de "quiero, luego existo. Si la acción humana es el fundamento de toda la moralidad, para ser el hombre primero tiene que querer ser.
El nuevo principio de la subjetividad ética no es el deber, sino mi voluntad más profunda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario